
La comisión europea ve como crisis el despoblamiento de las principales ciudades de Europa
Entre 2011 y 2018, un cuarto de las ciudades de más de 50 mil habitantes de Europa, perdieron habitantes. Y en 2050, se espera que esa proporción aumente hasta el 45%. Es lo que se conoce con el nombre de despoblación urbana. Este es, uno de los mayores retos que enfrenta la Unión Europea y otras economías del primer mundo, como Estados Unidos o Japón en el futuro cercano.
Según la definición de la Shrinking Cities International Research Network, un consorcio de 30 investigadores de 14 países distintos, la despoblación urbana es el fenómeno más terrible que enfrenta Europa.
Mientras, las áreas urbanas, densamente pobladas, pierde integrantes durante al menos cinco años consecutivos a un ritmo de más de un 0,15% anual. A la vez, Europa, sufre una transformación económica con síntomas de crisis estructural.
Con la caída de la tasa de natalidad, el envejecimiento de la población y la emigración, cada vez son más las ciudades de Europa, que están sufriendo este proceso.

La despoblación urbana afecta a un cuarto de las ciudades más grandes de Europa
Para el viejo continente, la despoblación urbana llegó de la mano de la desindustrialización, la globalización, el aumento de la edad media. Con el fenómeno de los trasvases poblacionales desde las periferias mediterráneas y del este a la banana azul europea.
Esta franja que abarca desde Inglaterra hasta el norte de Italia, ha sido la más afectada. En, en concreto, desde el este, los Balcanes, España y el sur de Italia, son regiones que concentran en gran parte, la pérdida de habitantes en toda la región.
El área urbana de Luxemburgo, por el contrario, experimenta el mayor crecimiento, un 18% más de habitantes entre 2011 y 2018. Los citadinos, están huyendo al campo, con más celeridad, desde el inicio de la pandemia de Covid-19.
Más recientemente, la sub urbanización, entendida como el movimiento de la población desde las ciudades a zonas más lejanas. Esas que están, menos densamente pobladas, pero conectadas con la red de transporte público.
Esto, transforma los patrones poblacionales en las ciudades de la región, donde la falta de nacimientos y la jubilación, extiende la despoblación urbana a prácticamente todos los países europeos.
No en vano, se espera que para 2050 un 8% de las ciudades con más de 50 mil habitantes pierdan más de un 20% de la población que tenían en 2020, especialmente en Alemania, Bulgaria, Letonia y Lituania.
¿A dónde vamos a parar?
A pesar de ello, es importante remarcar que la despoblación urbana no tiene por qué ir asociada a una pérdida de tamaño de las ciudades en términos de área física ocupada. De hecho, el abandono de los centros urbanos, ya provocó que algunas ciudades crezcan a lo ancho, sobre todo en algunos países de Europa del Este.
Sobre las implicaciones que puede tener el decrecimiento de las ciudades europeas, pueden distinguirse dos niveles: el físico y el socioeconómico. El primero se traduce en un exceso de oferta de viviendas, pérdida del valor de la propiedad, cierre de negocios y centros de producción. Junto con el empeoramiento de la calidad de los servicios públicos.
El segundo, por su parte, está relacionado con el hecho de que la despoblación urbana no es homogénea. Ya que a menudo, los residentes más jóvenes y mejor cualificados son los que se marchan antes, dejando atrás un grupo de más edad y menor capacitación.
Mientras, la unión europea, pone el foco en sectores emergentes como la tecnología o la industria creativa, para la renovación urbana. Con el fin de rehabilitar o cambiar el uso de construcciones abandonadas y edificios públicos.