El clima contra la guerra en Ucrania

Un clima inusualmente cálido podría ayudar a poner fin a la guerra en Ucrania
En toda Europa, cientos de sitios están registrando un mejor clima y temperaturas invernales cálidas récord. Las pistas de esquí están cerradas durante lo que suele ser su época más concurrida del año debido a la falta de nieve.
Según los informes, algunos árboles incluso estaban empezando a florecer en jardines privados debido a la falsa primavera. Mientras tanto, en Suiza, la oficina de Meteorología y Clima emitió una advertencia de polen debido a la floración temprana de las plantas de avellano.
El invierno históricamente cálido hace sonar las alarmas para una acción rápida contra el cambio en el clima. Pero, también tiene un gran lado positivo al menos en Europa.
Rusia y la Unión Europea están utilizando las importaciones y exportaciones de energía como armas en una guerra de voluntades pírrica. Desde que Rusia invadió Ucrania a principios del año pasado, Rusia tenía el sartén por el mango.

Rusia está disminuyendo el flujo de gas natural, no obstante, el clima podría cambiar rápidamente la balanza
Hasta hace poco, la Unión Europea importaba casi la mitad de su suministro de gas natural de Rusia. Lo que hace que la demanda energética europea sea un componente vital del bienestar económico de Rusia.
Al tiempo que hace que la UE sea peligrosamente vulnerable a los caprichos del volátil régimen autoritario del presidente ruso Vladimir Putin. Como resultado de este delicado equilibrio, la UE trató de tomar medidas enérgicas contra la guerra de Rusia en Ucrania imponiendo crecientes rondas de sanciones energéticas al Kremlin.
Mientras que Rusia trató de demostrar que Europa está “gritando lobo”, interrumpiendo el flujo de gas natural al bloque. Esto creó una crisis energética sin precedentes en la región. Que, redibujó las reglas de la geopolítica global. Pero, ahora el clima, le otorgó con un giro imprevisto a la trama.
Se suponía que este invierno iba a ser duro. Y se suponía que las guerras del gas entre Rusia y Europa desencadenarían apagones, agitación económica, estrés gubernamental y disturbios civiles. Solo en el Reino Unido, las proyecciones habrían pronosticado que 26 millones de personas se hundirían en la pobreza energética durante los meses de invierno.
En cambio, los futuros de gas ahora están cayendo en picado, la demanda es baja y Europa ha logrado reconstruir sus inventarios. Como una bendición adicional, el clima también trajo fuertes vientos en toda Europa, reduciendo aún más la demanda de gas al aumentar la producción de energía eólica.
Todo esto significa que los mercados energéticos tienen una oportunidad inesperada de normalizarse. Arrojando una seria llave en la estrategia de guerra de Rusia.
«El clima primaveral de Europa es el invierno del descontento de Putin», resumió un reciente titular del Washington Post. Putin «ciertamente esperaba poner a Europa al borde de algunos países pidiendo gas y, por lo tanto, destruyendo la unidad en Europa, o realmente creando una agitación masiva”. Pero, «Eso no sucedió».
Si bien las temperaturas cálidas son una tendencia preocupante a largo plazo. Ahora, son increíblemente afortunadas para los europeos a corto plazo. Sin embargo, el invierno no terminó aún. Y los expertos advierten que los líderes europeos no deberían contar sus pollos antes de que nazcan.