Es difícil poder salir de Chile
Perú envía fuerzas a la frontera sur, donde cientos de migrantes quedaron varadas intentando salir de Chile

Las personas que buscan salir de Chile en medio del aumento de las restricciones se quedan atrapadas en un clima extremo con pocos suministros. Mientras, el gobierno peruano está enviando aproximadamente 700 soldados y policías a su frontera con el país sudamericano, indicaron las autoridades. Ya que cientos de migrantes indocumentados que buscan ingresar a Perú para salir de Chile, están atrapados en la frontera.
El anuncio se produce cuando cientos de personas tratan de salir de Chile. Muchas de las cuales afirman que están tratando de ingresar a Perú para continuar hacia Venezuela. Pero, permanecen en campamentos en el lado chileno de la frontera.
Otros migrantes señalan que planean viajar al norte a la frontera con Estados Unidos. Pero, grupos de derechos humanos informan que haitianos y otros ciudadanos extranjeros se encuentran entre los que buscan salir de Chile a través de Perú.
El ministro del Interior de Perú, Vicente Romero, explicó a una estación de radio local, que unos 390 policías ya llegaron a la frontera y que pronto llegarán 300 soldados más desde diferentes partes del país.

En las últimas semanas se aumentó las restricciones a quienes no tienen documentación legal. lo que provocó que miles busquen salir de Chile
«No vamos a permitir ninguna entrada ilegal o ataques a la policía», informó Romero, repitiendo las afirmaciones de los funcionarios del gobierno. «Los que estaban en la frontera estaban cometiendo delitos», apoyados con algunas imágenes que muestran a los migrantes empujando a los oficiales de la patrulla fronteriza peruana en un esfuerzo por ingresar al país.
La presidenta peruana, Dina Boluarte, declaró el estado de emergencia en Tacna, la ciudad frontera con Chile, a principios de esta semana. En respuesta a la afluencia de llegadas, allanando el camino para operaciones conjuntas de militares y policías.
El presidente chileno Gabriel Boric Boric había desplegado tropas en la frontera a fines de febrero para ayudar a detener los cruces ilegales. En una declaración, Amnistía Internacional indicó que «al menos 300 personas, incluidas familias con niños y adolescentes, mujeres embarazadas y enfermos crónicos» estaban atrapadas en la frontera y enfrentaban condiciones de deterioro.
Los varados están viviendo en campamentos improvisados durante semanas en el desierto de Atacama. Uno de los más secos del planeta y un área con días extremadamente calurosos y noches intensamente frías. Han reportado escasez de agua y servicios básicos.
Erika Guevara Rosas, directora en Amnistía Internacional, acusó a las autoridades chilenas y peruanas de «agravar innecesariamente la situación. Convirtiéndola en una crisis humanitaria que aumenta el riesgo para la vida y la seguridad de estas personas».
«Militarizar las fronteras pone en peligro no solo a los refugiados y migrantes, sino también a las personas que viven en esas áreas», explicó en el comunicado. A principios de semana, el gobierno chileno convocó al embajador peruano Jaime Pomareda por declaraciones hechas por el alcalde de la ciudad fronteriza peruana de Tacna.
El alcalde, Pascual Guisa, calificó a Boric de «irresponsable» y acusó a Chile de trasladar sus problemas migratorios a la frontera. En medio del impasse, el jefe de la cámara baja del Congreso de Chile, Vlado Mirosevic, pidió un corredor humanitario que involucre a todos los países de la región para resolver la crisis y permitir el paso seguro de los migrantes a Venezuela.