No habrá conflicto armado por el Esequibo
Guyana y Venezuela acuerdan no recurrir a la violencia ni crear un conflicto armado para solucionar la controversia territorial del Esequibo

El presidente de Guyana, Irfaan Ali, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se reunieron el ayer en San Vicente y las Granadinas para dialogar sobre la controversia territorial por el Esequibo. La intención fue evitar el conflicto armado por la región de 159 mil km2 que Venezuela reclama como suya desde que se independizó de España en 1811.
La reunión que en principio, evitó el conflicto armado, fue la primera entre los mandatarios de ambos países desde que Guyana llevara el caso a La Haya en 2018, al que Venezuela se ha negado a participar.
El encuentro fue propiciado por el presidente pro tempore de la Celac y primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves. Además, contó con la observación de Brasil y el Caricom. Quienes ya habrían indicado, su preocupación sobre la posibilidad del inicio de un conflicto armado en la región.
En este contexto, el hecho de que los presidentes de Guyana y Venezuela hayan acordado no recurrir a la violencia para solucionar la disputa por el Esequibo. Esto, se considera un gesto de paz y diálogo. Muchos, ya lo consideran un paso hacia la integración de la región.
También fue respaldado António Guterres. El secretario general de la ONU expresó su apoyo al diálogo e instó a las partes a evitar acciones que puedan escalar la situación. Fomentando un conflicto armado en una región pacífica.

Un gesto de paz y diálogo y evitando el conflicto armado
Según los comunicados oficiales de ambos países, la reunión se desarrolló en un clima de respeto y cordialidad, y permitió abordar los asuntos derivados de la controversia fronteriza. Con el fin de buscar fórmulas de entendimiento y cooperación. Los presidentes expresaron su voluntad de mantener el diálogo y evitar acciones que puedan escalar la situación.
Ali afirmó que la reunión fue “franca y constructiva”, y que se enfocó en «reducir la intensidad del conflicto y establecer un diálogo apropiado». También reafirmó que la frontera terrestre de Guyana no está sujeta a discusión, y que el caso ante la CIJ no será un tema para negociaciones bilaterales.
Maduro, por su parte, calificó la reunión de “positiva y necesaria”, y dijo que se abrieron “caminos de diálogo y entendimiento”. También ratificó que Venezuela no reconoce la jurisdicción de la CIJ, y que busca una solución pacífica y negociada a la controversia, basada en el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Los presidentes acordaron mantener el contacto y la comunicación, y designaron a sus cancilleres como los encargados de dar seguimiento al diálogo. Asimismo, agradecieron la gestión de Gonsalves y el apoyo de los demás actores regionales e internacionales.

Un compromiso con el derecho internacional
El acuerdo entre Venezuela y Guyana ha sido recibido con beneplácito por la mayoría de los países de la región, que han expresado su apoyo al diálogo y a la solución pacífica de la controversia territorial.
Entre ellos se encuentran Brasil, que ha actuado como observador en la reunión de los presidentes, y el Caricom, que ha reiterado su respaldo a la soberanía e integridad territorial de Guyana. También han manifestado su respaldo países como Argentina, Chile, Colombia, México y Uruguay, que han destacado la importancia de la diplomacia y el multilateralismo para resolver los conflictos.
Sin embargo, no todos los países han visto con buenos ojos el acuerdo entre Venezuela y Guyana. Estados Unidos, mantiene una postura hostil hacia el gobierno de Maduro. Ya ha cuestionado la legitimidad del referendo consultivo que realizó Venezuela el 3 de diciembre, y ha acusado a Caracas de violar el derecho internacional y de amenazar la estabilidad de la región.

No todos están de acuerdo con el diálogo y sus acuerdos
Además, ha mostrado su apoyo a Guyana en el proceso judicial ante la CIJ. Por lo que ha realizado ejercicios militares aéreos en el territorio guyanés. Esto, ha sido interpretado como una provocación por parte de Venezuela y la comunidad internacional.
Otro país que ha mostrado su rechazo al acuerdo entre Venezuela y Guyana es Reino Unido, que tiene un interés histórico y económico en la zona del Esequibo. Reino Unido fue la potencia colonial de Guyana hasta 1966, y fue quien junto a EEUU, se beneficiaron del laudo arbitral de 1899.
Reino Unido también tiene una alianza estratégica con la empresa petrolera Exxon Mobil. Misma que ha obtenido concesiones para explotar los recursos energéticos del Esequibo y que inició la actual escalada. Reino Unido ha defendido la validez del laudo arbitral y ha respaldado la posición de Guyana ante la CIJ.
El diálogo entre Guyana y Venezuela debe estar basado en el respeto mutuo, el derecho internacional y la búsqueda del bien común. Debe tener en cuenta la historia, la geografía y la realidad de la zona en disputa, así como las aspiraciones y necesidades de sus habitantes.
Debe promover la cooperación y el desarrollo sostenible, en beneficio de ambos países y de la región. Y debe contribuir a la construcción de una paz duradera y justa, que garantice la convivencia y la integración de los pueblos.