Se agrava la crisis de fentanilo en la frontera con México
"La gente seguirá muriendo": la crisis del fentanilo se apodera de las ciudades fronterizas de México y EEUU

Cada vez más mexicanos y norteamericanos consumen la droga mortal empujando la crisis de Fentanilo, y aumentando las sobredosis y las muertes, sobre todo en las ciudades a todo lo largo de la frontera común entre México y EEUU.
Un problema que se extiende y se intensifica
El fentanilo, un opioide sintético que es 50 veces más potente que la heroína, está causando una crisis sanitaria y social en la frontera entre México y Estados Unidos, donde cada vez más personas lo consumen y mueren por sus efectos. El fentanilo, que es barato y fácil de producir y transportar, ha sido introducido por los cárteles mexicanos de la droga en el mercado estadounidense, el más grande del mundo para las drogas ilegales, donde ha provocado una epidemia de sobredosis que se ha cobrado la vida de unas 70.000 personas el año pasado.
Pero el fentanilo no solo está afectando a los estadounidenses, sino también a los mexicanos, que cada vez lo consumen más, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, al estar mezclado con otras drogas recreativas como la cocaína. El fentanilo, que se vende en forma de pastillas, polvo o líquido, tiene un efecto analgésico y euforizante, pero también puede causar depresión respiratoria, paro cardíaco y muerte. El fentanilo es tan potente que una dosis del tamaño de un grano de sal puede ser letal.
Las ciudades fronterizas de México, como Tijuana, Mexicali o Ciudad Juárez, son las más afectadas por el consumo y el tráfico de fentanilo, que ha generado una ola de violencia y de inseguridad. Los servicios de emergencia y los hospitales se ven desbordados por el aumento de las llamadas y los ingresos por sobredosis, que a menudo requieren el uso de Narcan, el medicamento más efectivo para revertir los efectos del fentanilo. Los servicios forenses y las morgues también se ven saturados por el incremento de los cadáveres que presentan rastros de fentanilo en su organismo.

Una realidad que se niega y se minimiza
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha negado y minimizado la magnitud del problema del fentanilo en el país. Al afirmar que “aquí no se produce fentanilo, aquí no se consume fentanilo”. Y, que se trata de un asunto que solo compete a Estados Unidos. Sin embargo, las autoridades locales y los expertos contradicen al mandatario. Pero, aseguran que el fentanilo se produce en laboratorios clandestinos en México.
El presidente López Obrador, prometió presentar una nueva legislación al Congreso para prohibir el consumo de fentanilo y otros opioides sintéticos. Ha apostado por una política de “abrazos, no balazos” y de “amnistía, no guerra” para enfrentar al narcotráfico. Ha sido acusado de ser complaciente y de pactar con los cárteles de la droga, que se han fortalecido y diversificado durante su gobierno.
La crisis de Fentanilo es desafío sanitario
Los mexicanos, exigen a su gobierno, enfrentar la crisis del fentanilo en la frontera. Esto es todo un desafío para el futuro, que exige la adopción de medidas urgentes y coordinadas. Contra el consumo de esta droga mortal, y para atender a las víctimas y a los afectados. La crisis de fentanilo representa una amenaza para la salud pública y para la seguridad nacional. Una, que se base en la información, la educación, la prevención, la atención, la rehabilitación y la reinserción.
La crisis de fentanilo también plantea la necesidad de revisar y reformar las políticas públicas. Además de estrategias de cooperación en materia de drogas. Que han demostrado ser ineficaces y contraproducentes, al generar más violencia, más corrupción y más vulneración de los derechos humanos. El fentanilo también invita a reflexionar y a dialogar sobre las causas y las consecuencias del consumo de drogas.