La moral del mundo se perdió en las calles de Gaza
El fracaso moral del mundo en Gaza debería avergonzarnos a todos, afirman a los miembros del G20 que deben ayudar a poner fin a la guerra

Los miembros del G20 deben apelar su moral, liderazgo e influencia para ayudar a poner fin a la guerra en Gaza. Pero la pérdida de la humanidad de los líderes ya ha causado miles de muertos, heridos, y una grave crisis humanitaria y no sólo se habla de Palestina.
Una guerra que no cesa no tiene moral alguna y que se agrava
La guerra en Gaza comenzó el 8 de julio de 2023, cuando Israel lanzó una ofensiva militar contra el movimiento palestino Hamas, que ejercía el control del territorio. 7 meses después, no muestra signos de detenerse, pese a los esfuerzos diplomáticos y a los llamados internacionales al cese al fuego.
La guerra, que cumple más de medio año, ha causado más de 30 mil muertos y cientos de miles de heridos, en su mayoría civiles y niños, según la ONU. Ya ha provocó una grave crisis humanitaria, que afecta a más de 1,8 millones de personas, que viven bajo un bloqueo israelí desde 2007.
Martin Griffiths, secretario general adjunto de las Naciones Unidas para asuntos humanitarios y coordinador del socorro de emergencia, Oxfam que trabaja en Gaza, denuncia que la comunidad internacional ha fallado en su moral. Al no actuar con firmeza y urgencia para detener la guerra y aliviar el sufrimiento de los civiles.

La responsabilidad que no se comparte, no se asume
Afirma que la guerra en Gaza es una violación flagrante del derecho internacional humanitario. Que prohíbe los ataques indiscriminados y desproporcionados contra la población civil. Por lo que exige el respeto a los principios de distinción, proporcionalidad y precaución.
Griffiths opina que los miembros del G20, el grupo de las 20 economías más grandes e influyentes del mundo perdió la moral. Estas tienen la responsabilidad y la oportunidad de usar su liderazgo y su influencia para ayudar a poner fin a la guerra en Gaza. Concluye que la guerra es una vergüenza y una tragedia para el mundo, que no puede permanecer indiferente e impasible ante el horror y la injusticia que se vive en el territorio.