EV chinos invaden el planeta
Cientos de fabricantes chino de EV o vehículos eléctricos buscan convertirse en el Best Seller de la industria automotriz

El desafío más reciente para la industria automotriz de EEUU y de europea proviene de China. Las exportaciones automotrices chinas están aumentando más del 50% en los últimos dos años. Lo que llevó a los EV chinos a un primer lugar. Tambien logró que China pusiese contra las cuerdas a exportadores mundiales de vehículos con potencias de larga data como Japón, Alemania y Estados Unidos.
Más allá de las batallas económicas y del orgullo norteamericano, los estadounidenses pronto podrían tener la oportunidad, si lo desean, de conducir un EV «Made in China». Para fines de abril, el centro industrial de China, Shanghai, organizó su primer salón del automóvil desde el levantamiento de las draconianas restricciones pandémicas. Ofreciendo una visión del futuro.
Desde startups chinas hasta jugadores establecidos en el mercado, como BYD, que ya es uno de los fabricantes de EV o vehículos eléctricos más grandes del mundo. Pasando, por las marcas estadounidenses resucitadas. Casi todos los autos en la feria eran un EV o un híbrido.
Las exportaciones automotrices de China se triplicaron en la última media década. Y hasta ahora, van en gran medida a los países en desarrollo, pero eso está cambiando. Geely, el gigante automotriz chino propietario de Volvo, tiene el mercado estadounidense en la mira con un concepto y una marca completamente nuevos.

Alain Visser, CEO de la nueva subsidiaria de Geely, Lynk, afirmó que el plan es cambiar no solo los vehículos que conducen los estadounidenses, sino también la forma en que los obtienen. Lynk espera convertirse, señaló, «en un Netflix de la industria automotriz».
Por una tarifa fija de alrededor de 600 dólares por mes, los conductores pueden arrendar un vehículo Lynk. Esa tarifa de suscripción cubre el mantenimiento y el seguro, y los usuarios se retiran del contrato en cualquier momento que lo deseen.
La aplicación Lynk también permite a los conductores compartir el uso de sus vehículos cuando no los están usando, y obtener un reembolso por hacerlo.
«Ahora tenemos algunos clientes en Europa que realmente ganan más compartiendo de lo que pagan por su tarifa mensual», indicó Visser. Según los informes, la marca planea ofrecer su primer EV al mercado estadounidense dentro del próximo año más o menos.
Es una iniciativa audaz, especialmente ahora, dado el estado helado de las relaciones entre Estados Unidos y China. Visser reconoció el desafío, pero indicó que confiaba en que los consumidores comprarían el concepto de Lynk, de propiedad china o no.