Trump responde con burla a las marchas “No Kings” y refuerza las críticas sobre su estilo autoritario

Las protestas masivas del movimiento “No Kings”, que reunieron a millones de personas en más de 2.600 ciudades de Estados Unidos, buscaban enviar un mensaje claro: el país no está dispuesto a aceptar un liderazgo que se asemeje al de una monarquía. Sin embargo, la respuesta del presidente Donald Trump y su equipo no fue de reflexión ni diálogo, sino de burla.
Durante el fin de semana, Trump y el vicepresidente J.D. Vance compartieron en redes sociales imágenes generadas por inteligencia artificial que lo mostraban como un monarca. En una de ellas, Trump aparece pilotando un avión con la inscripción “KING TRUMP”, arrojando aguas residuales sobre los manifestantes. Otra imagen difundida por Vance mostraba a líderes demócratas arrodillados ante él en una corte ficticia.
Estas publicaciones, lejos de ser simples bromas, refuerzan la narrativa de un presidente que se presenta como figura dominante, inmune a la crítica y por encima de los límites constitucionales. Para sus seguidores, estas imágenes pueden parecer ingeniosas. Para sus detractores, son una confirmación de que el mandatario no solo ignora las preocupaciones ciudadanas, sino que las ridiculiza.
El desprecio por la disidencia se ha vuelto una constante. Trump calificó las protestas como “una broma” y describió a los participantes como “locos” que “no representan al país”. Esta actitud, sumada a decisiones como los indultos políticos, la militarización de la seguridad interior y la autorización de operaciones encubiertas en el extranjero, ha intensificado las críticas sobre su estilo de gobierno.
El caso del indulto a George Santos, condenado por fraude electoral, fue interpretado como una muestra de favoritismo político. Además, los ataques militares en el Caribe contra embarcaciones sospechosas de narcotráfico, sin autorización del Congreso ni presentación de pruebas, han generado preocupación entre legisladores como el senador Rand Paul, quien advirtió sobre el riesgo de una guerra sin control legal.
En el plano internacional, Trump ha amenazado con intervenir en Colombia si el presidente Gustavo Petro no actúa contra los campos de producción de droga. Estas declaraciones, junto con la expulsión de periodistas que se negaron a aceptar nuevas restricciones de prensa, refuerzan la percepción de una administración que se aleja de los principios democráticos.
Las marchas “No Kings” no solo fueron una expresión de rechazo, sino también una defensa activa del estado de derecho. “Nosotros, el pueblo, vamos a proteger nuestra democracia”, declaró Colleen Connell, directora de la ACLU en Illinois. La movilización ciudadana, pacífica y multitudinaria, dejó claro que una parte significativa del país no está dispuesta a ceder ante un liderazgo que considera autoritario.




