Biden asegura que la lucha contra el Covid-19 aún no termina

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves en un discurso para marcar el primer año de la pandemia que la lucha contra el COVID-19 «está lejos de haber terminado».
«Tenemos que trabajar para asegurarnos que todos tengan la confianza en la seguridad y la efectividad de las tres vacunas» que están siendo distribuidas en Estados Unidos, el país con más muertos por el nuevo coronavirus.
Biden anunció durante su primer discurso a la nación la ordenanza a los estados de EE.UU. de abrir la elegibilidad para la vacuna contra el coronavirus a todos los adultos a más tardar el 1 de mayo.
Biden resaltó que, tras un año del inicio de la pandemia, «encontrar luz en la oscuridad es algo muy estadounidense».
El feriado del 4 de julio se estableció como fecha límite para que todos los estadounidenses puedan reunirse en pequeños grupos con familiares y amigos para ello Biden subrayó que será preciso la vigilancia sobre el uso de máscaras, el distanciamiento social y la vacunación.
Sin embargo advirtió que las «condiciones pueden cambiar» y que los científicos han señalado que las cosas pueden empeorar nuevamente, si se extienden nuevas variantes del virus.
«Justo cuando estamos emergiendo de un oscuro invierno hacia una esperanzadora primavera y un verano no es el momento de desechar las reglas», afirmó el mandatario.
Biden, condenó hoy los ataques racistas contra los estadounidenses de origen asiático desde el inicio de la pandemia.
Biden denunció los «despiadados crímenes de odio contra los estadounidenses de origen asiático que han sido atacados, acosados y culpados como chivos expiatorios» por la pandemia, originada en China.
El mandatario lamentó que muchas de las víctimas estén en la primera línea de la pandemia intentando salvar vidas y que se vean «obligadas a vivir con miedo de caminar por las calles de Estados Unidos».
«Eso está mal, es poco estadounidense y tiene que parar», agregó.
Varios activistas han denunciado que la discriminación contra los estadounidenses de origen asiático fue atizada por el discurso del exmandatario republicano Donald Trump, que se refirió al nuevo coronavirus como el «virus de China».
Las motivaciones raciales detrás de ataques a veces son difíciles de establecer, pero los reportes señalan que estos crímenes de odio subieron de 49 a 122 el año pasado en 16 grandes ciudades estadounidenses, incluyendo Nueva York y Los Ángeles, pese a un descenso del crimen, según un estudio de la Universidad Estatal de California.