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De nuevo al conflicto armado

Se suspende el cese al fuego y se retoma el conflicto armado en Colombia, contra los rebeldes disidentes de las FARC

El presidente colombiano, Gustavo Petro, reinició el conflicto armado, cuando suspendió el cese al fuego con un grupo rebelde disidente de las FARC en las cuatro regiones donde está más activo. La suspensión fue provocada por el asesinato de cuatro adolescentes indígenas por parte del grupo rebelde izquierdista EMC-Farc.

El reinicio del conflicto se produce apenas dos meses después de que Petro suspendiera un alto el fuego con otro de los grupos armados de Colombia, el Clan del Golfo. El presidente asumió el cargo en agosto del año pasado con el objetivo de lograr la «paz total» en Colombia.

Pero este lunes, Petro emitió un comunicado en el que cuestionó el compromiso de las EMC-FARC en la resolución del conflicto con el cese al fuego bilateral. Que ya se habría acordado con el gobierno tras el «atroz incidente» en el sur de Colombia.

El Opiac, un grupo paraguas que representa a otros grupos indígenas en el conflicto, dentro de la región amazónica de Colombia, habría sido el primero en denunciar el asesinato de los cuatro jóvenes. Afirma el Opiac, que los cuatro jóvenes son miembros del grupo indígena Murui, que se encontraban reclutados por la fuerza por los rebeldes de las FARC.

Reinicio del conflicto con las FARC.
El Gobierno añade que estas actuaciones serán «realizadas bajo el respeto de los derechos humanos y el Derecho Internacional Humanitario».

Lograron escapar del conflicto, pero fueron rastreados por sus captores y les dispararon en la cabeza, indicó el Opiac

El defensor indígena de los derechos humanos, Carlos Garay Martínez, informó a los medios locales sobre los cuatro adolescentes. Se trataba de dos niños de entre 14 y 16 años, que habrían sido «masacrados frente a su comunidad».

Los grupos indígenas son los más afectados por el conflicto armado de Colombia. El comisionado de paz de Colombia descalificó el asesinato de los cuatro jóvenes. Se trata de «un ataque a la paz» y señaló que el reclutamiento forzado de niños era un crimen de guerra.

Los indígenas, no sólo se encuentran atrapados en el fuego cruzado cuando las fuerzas de seguridad y el grupo rebelde. Tambien luchan contra los grupos delictivos, mientras que muchos de sus niños son secuestrados o tentados con engaños por estos grupos armados.

El EMC-FARC es una rama de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC. Que está formado por rebeldes de izquierda. Estos, se negaron a deponer las armas cuando el liderazgo de las FARC firmó un acuerdo de paz en 2016.

Se cree que el grupo disidente tiene alrededor de 3 mil miembros activos. A pesar de que se encuentra en la mayor parte de Colombia, su bastión se encuentra en los departamentos de Caquetá, Guaviare, Meta y Putumayo.

El presidente Petro señaló que «todas las operaciones ofensivas» contra el grupo se reactivarían en esas cuatro provincias dentro de 72 horas.

Este fue otro duro golpe a la estrategia de paz. Una que ya se ha visto obstaculizada por el desmoronamiento del alto el fuego con el Clan del Golfo. Además, de la retirada de las conversaciones de paz por parte de los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional.

Fuente
BBCElPaisPares

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