EE.UU. subasta el superyate Amadea por 260 millones de euros y el oligarca ruso sancionado promete recuperar la propiedad

El superyate Amadea, valorado en 260 millones de euros y vinculado al oligarca ruso sancionado Suleiman Kerimov, ha sido vendido por el gobierno de Estados Unidos tras una prolongada disputa legal. La embarcación, de 106 metros de eslora y equipada con piscina, helipuerto, cine privado y seis cubiertas de lujo, fue incautada en Fiji en 2022 por el grupo federal KleptoCapture, especializado en rastrear activos vinculados a figuras sancionadas.
La operación de venta responde a motivos financieros: el mantenimiento del yate costaba cerca de un millón de dólares mensuales, incluyendo salarios de la tripulación, combustible, seguros y servicios. Estos gastos recaían directamente sobre el presupuesto público estadounidense, lo que aceleró la decisión de subastarlo.
La propiedad del Amadea ha sido objeto de controversia. Eduard Khudainatov, otro multimillonario ruso, alegó ser el verdadero dueño. Sin embargo, un tribunal estadounidense concluyó que Khudainatov actuaba como propietario ficticio, en representación de Kerimov, y no tenía derecho legal para impedir la confiscación.
Este caso se suma a otros precedentes, como el del yate Alfa Nero, vendido por el gobierno de Antigua y Barbuda a un precio inferior al estimado, lo que evidencia las dificultades legales y diplomáticas que rodean la venta de activos de lujo incautados por sanciones internacionales.
Aunque el nuevo propietario del Amadea no ha sido identificado públicamente, se estima que su uso podría quedar restringido a aguas estadounidenses debido a las implicaciones legales aún vigentes. Mientras tanto, Kerimov ha declarado que “seguirá luchando hasta recuperar la propiedad”, en lo que podría convertirse en una nueva batalla judicial de alto perfil.