El Banco Interamericano de Desarrollo suspende préstamos para Venezuela
Venezuela parece estar en el peor momento internacionalmente, tras sanciones dictadas por EEUU, el rechazo total de diferentes países de la OEA, por resultados electorales y suspensión de préstamos por parte del BID.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señalo este martes la suspensión de préstamos al gobierno de Venezuela por caer en mora de una deuda de 88,3 millones de dólares con la institución el pasado 14 de mayo y llegar al límite de los 180 días, informó el organismo internacional, tomando esto como medida para hacer cumplir las normas establecidas.
. “El Banco no puede realizar ninguna actividad de préstamo con Venezuela hasta que salde su mora”, señala la institución en un comunicado difundido a través de su página Web.
Venezuela tiene una deuda total con el BID de 2.011 millones de dólares, de los cuales 212,4 millones de dólares están en mora pero sólo una porción superó el límite de retraso, precisó el organismo.
Diferentes acreedores internacionales de Venezuela ha señalado al país en incurrir en incumplimientos de pagos de deudas y algunos han presentado demandas en tribunales para lograr la cancelación de sus inversiones. Las autoridades venezolanos han rechazado las acciones de sus acreedores y han responsabilizado a Estados Unidos de sus dificultades financieras y lo han acusado de mantener un “cerco financiero” al país petrolero.
Por otra parte Washington endureció esta semana las sanciones económicas al gobierno venezolano en rechazo a las elecciones presidenciales del pasado domingo en las que el presidente Nicolás Maduro logró la reelección por seis años más en medio de cuestionamientos locales e internacionales, poniendo en limite de esta forma la capacidad de liquidar activos públicos.
Desde el año pasado, el gobierno de Donald Trump ha impuesto sanciones a Maduro y otros altos funcionarios y al gobierno venezolano por no mantener las prácticas democráticas con su país.
Venezuela está sumida una compleja crisis con una hiperinflación, una creciente escasez de alimentos y medicinas, y una severa contracción económica, situación que amenaza con agravarse ante las dificultades financieras y de caída de la producción que enfrenta la corporación estatal Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA), corazón económico del país.
