Krone suspende exportaciones a EE. UU. por trabas aduaneras y “aranceles ocultos”

La empresa alemana Krone, uno de los gigantes europeos en maquinaria agrícola, ha decidido frenar sus exportaciones a Estados Unidos debido a nuevas exigencias aduaneras que consideran excesivas y poco claras. Desde agosto, tanto Krone como otras compañías del sector deben declarar con precisión el origen, peso y valor de cada componente de acero en sus productos, incluyendo piezas mínimas como tornillos y tuercas.
Este cambio responde a una lista de 407 productos gravados por la administración Trump, elaborada junto a industriales estadounidenses. La lista abarca desde turbinas eólicas y equipos agrícolas hasta artículos domésticos como lavavajillas, barbacoas y hasta agujas para bordar. La medida busca controlar el ingreso de derivados del acero, pero ha generado un fuerte impacto en las exportaciones europeas.
Oliver Richtberg, director de comercio exterior de la federación alemana de ingeniería VDMA, advirtió que las exigencias burocráticas son tan complejas que muchas empresas han optado por abandonar el mercado estadounidense. “Solicitan un listado detallado de cada proveedor, algo prácticamente imposible de cumplir”, señaló.
Desde Krone explican que han tenido que otorgar vacaciones a parte de su personal mientras consultan con abogados en Europa y EE. UU. para entender los requisitos. Aunque aún no tienen claridad sobre cómo proceder, han decidido enviar maquinaria de menor valor como prueba, evitando exportar sus equipos más costosos, que pueden superar el medio millón de euros.
El presidente del consejo de Krone, Bernard Krone, ya había advertido en 2022 sobre los riesgos de operar en un entorno global cada vez más inestable. “En tiempos de cadenas de suministro frágiles y cambios tecnológicos acelerados, es vital construir empresas sólidas que puedan mantenerse en el futuro”, declaró tras reportar ingresos por 2.500 millones de euros.
La empresa considera que demostrar que cada pieza no proviene de China se ha convertido en una tarea inviable. Esta situación pone en evidencia los desafíos que enfrentan los exportadores europeos ante políticas comerciales cada vez más restrictivas.