Rubio considera a Vance el candidato natural para liderar el Partido Republicano tras Trump

A menos de un año del inicio del nuevo mandato presidencial, las conversaciones sobre la sucesión dentro del Partido Republicano ya han comenzado. Según fuentes cercanas a la administración, el secretario de Estado Marco Rubio ha expresado en privado su respaldo a JD Vance como principal aspirante para la nominación presidencial en 2028. Rubio habría manifestado su disposición a apoyar al actual vicepresidente si decide postularse.
El presidente Donald Trump ha mencionado en varias ocasiones a Vance y Rubio como sus dos posibles sucesores, e incluso ha sugerido públicamente que podrían compartir fórmula presidencial. Ambos han negado cualquier rivalidad y se presentan como aliados cercanos, tanto en lo político como en lo personal.
Encuestas y dinámicas internas.
Una reciente encuesta de POLITICO muestra que Vance lidera las preferencias entre los votantes de Trump, con un 35 % de apoyo. Rubio, en cambio, aparece con apenas un 2 % en una pregunta abierta, lo que refleja una menor visibilidad entre la base republicana. Aun así, la posibilidad de una fórmula Vance-Rubio es vista como una forma de consolidar el legado político de Trump.
Los resultados electorales recientes, donde el Partido Republicano tuvo un desempeño por debajo de lo esperado, han intensificado el debate sobre el liderazgo post-Trump. Algunos estrategas advierten que sin el presidente en la boleta, el partido enfrenta dificultades para movilizar a sus votantes.
Rubio y Vance: trayectoria compartida y afinidad política.
Ambos políticos compartieron escaño en el Senado y trabajaron juntos en iniciativas legislativas, como la Ley de Removilización de Defensa William S. Knudsen. Vance ha descrito a Rubio como su “mejor amigo en la administración”, y sus reuniones privadas son frecuentes. En el podcast “Pod Force One”, Vance reconoció que Trump mencionó la idea de una fórmula conjunta hace meses, aunque aclaró que aún es prematuro hablar de candidaturas.
Rubio, por su parte, ha mantenido un perfil activo en política exterior y fue clave en la implementación del Programa de Protección de Cheques de Pago durante la pandemia. Su experiencia y cercanía con Trump lo posicionan como un posible vicepresidente en una eventual candidatura de Vance.
El panorama hacia 2028.
Aunque otros miembros del gabinete han mostrado interés en competir, como Doug Burgum y Tulsi Gabbard, ninguno parece contar con el respaldo que Vance y Rubio han acumulado dentro del círculo cercano de Trump. La jefa de gabinete Susie Wiles ha sido parte de las conversaciones estratégicas entre ambos, lo que refuerza la idea de una transición ordenada dentro del movimiento MAGA.
Por ahora, los líderes republicanos se enfocan en las elecciones de mitad de período de 2026, conscientes de que el desempeño en ese ciclo será clave para definir el terreno político hacia 2028.




