
Un hecho atroz conmocionó a México y al mundo a principios de 2021. Fue el hallazgo de 19 cuerpos calcinados en una camioneta en el municipio de Camargo, en el estado de Tamaulipas. La masacre sucedió cerca de la frontera con Estados Unidos.
Las víctimas de la masacre eran 16 migrantes guatemaltecos y tres mexicanos, que buscaban una vida mejor en el país vecino. Los responsables fueron 12 policías estatales, que los acribillaron a balazos y luego les prendieron fuego.
Tras casi un año de investigación y juicio, un juez local dictó sentencia condenatoria contra 11 de ellos. Este, los sentenció a 50 años de prisión por los delitos de homicidio calificado, abuso de autoridad y falsedad en informes dados a una autoridad.
La sentencia se basó en las pruebas presentadas por la fiscalía general de justicia del Estado de Tamaulipas. Este demostró la participación directa de los agentes en la masacre.

Una masacre vil e innecesaria que manchó a la policía de Tamaulipas
Entre las evidencias se encontraban los testimonios de testigos y las grabaciones de las cámaras corporales de los policías. Además de los informes balísticos, las necropsias y los análisis genéticos.
Además, se contó con la confesión de uno de los policías involucrados, Ismael Vázquez, quien cambió su versión inicial. Este, reveló que él y sus compañeros dispararon contra la camioneta de los migrantes, remataron a los heridos y quemaron los cuerpos.
Vázquez fue condenado a 10 años de prisión por el delito de abuso de autoridad, al haber colaborado con la Fiscalía. La sentencia fue celebrada por los familiares de las víctimas, que siguieron el proceso desde Guatemala, donde se realizaron los funerales de los migrantes repatriados.
Los familiares expresaron su satisfacción por la justicia obtenida, pero también su dolor por la pérdida de sus seres queridos. Algunos de ellos exigieron una indemnización económica por parte del gobierno mexicano, así como garantías de seguridad para los migrantes que atraviesan el país.
Según la Organización Internacional para las Migraciones, más de 300 mil personas cruzan cada año la frontera sur de México. Muchas de ellas son víctimas de violencia, extorsión, secuestro, trata o desaparición forzada.
La masacre de Tamaulipas fue una de las peores tragedias migratorias ocurridas en México en los últimos años. Esta recordó a la de San Fernando, también en Tamaulipas, donde 72 migrantes fueron asesinados por el cártel de Los Zetas en 2010.
Sin embargo, la diferencia es que, en el caso de Camargo, los perpetradores fueron policías, lo que evidenció la corrupción y la complicidad de las autoridades con el crimen organizado. Por ello, la condena a los expolicías es un paso importante para combatir la impunidad y proteger los derechos humanos de los migrantes, que son uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.