La última semana vio una ráfaga de importantes acuerdos de cooperación, entre varias permutaciones de Irán, Irak, Rusia y China. Los elementos clave constituyen una parte importante del nuevo orden del mercado mundial del petróleo. Pero los tres acuerdos de cooperación principales más recientes tendrán consecuencias inmediatas para los flujos de petróleo y gas en todo el mundo y su fijación de precios.
El mejor lugar para comenzar a analizar el nuevo orden es en el punto final de lo que China quiere en su gran esquema de cosas. Esto delinea su proyecto multigeneracional de La Franja y la Ruta. Que va a transformar al Medio Oriente en una gran estación de petróleo y servicio.
Esto impulsaría su crecimiento económico como la superpotencia número uno para 2030. Las tres mayores reservas de petróleo y gas de la región pertenecen a Irán, Irak, Venezuela y Arabia Saudita. Por lo que quiere controlarlas para empezar.
Para Rusia, que ya tiene una gran cantidad de petróleo y gas, sobre el cual China ya tiene un control significativo, los objetivos en el Medio Oriente son más variados. Uno de los objetivos es continuar ejerciendo influencia en varios países que considera clave para mantener parte de su control sobre la región.
El nuevo orden ya llegó y mira desde Asia al resto del mundo
Otra, más reciente, es utilizar esta influencia para reforzar su posición como socio notable de China. En cuanto a los otros países en esta telenovela, Irán e Irak y ahora más claramente, Arabia Saudita, están en esta nueva alianza global en parte por el apoyo económico y político de China.
Al dinero disparado, entonces, que fue Irán e Irak firmando un nuevo conjunto de acuerdos de petróleo y gas en las últimas dos semanas. En el nuevo orden del mercado mundial del petróleo, Irán ejerció durante mucho tiempo una enorme influencia sobre su vecino directa e indirectamente a través de sus representantes políticos, económicos y militares.
Irak siempre estuvo predispuesto a esa cooperación en el sector energético, ya que los dos países comparten varios de sus mayores depósitos de petróleo. Esto demostró durante mucho tiempo ser extremadamente útil para Irán para evitar sanciones.
En el caso venezolano, sus reservas, que otrora fueron blanco del dominio norteamericano, se convierten ahora en una carta blanca. Otorgándole la capacidad de negociar sanciones, desde su puesto principal del cartel petrolero de la OPEP durante muchos años.
Los otros acuerdos de cooperación recientes destinados a asegurarse de que lo que sea de Irán, incluido el control sobre las reservas de petróleo y gas de Irak, también sea de China y Rusia. Primero fue Moscú, que firmó 10 nuevos acuerdos de cooperación con Irán solo para el sector petrolero el 18 de mayo.
Según una fuente, los acuerdos comprenden seis memorandos de entendimiento, dos contratos, una hoja de ruta de cooperación militar más amplia. Además, de una hoja de ruta relacionada con la cooperación bilateral en los campos de la industria, la transferencia de tecnología y la mejora de la recuperación de petróleo.
