Crecimiento económico tras dos trimestres de contracción

La economía de Estados Unidos volvió a crecer tras dos trimestres de contracción, una buena noticia para el gobierno de Joe Biden, a pocos días de las elecciones legislativas.
La noticia este jueves del aumento del producto interno bruto (PIB) en un 2,6% llega en un momento clave del año para la Casa Blanca, cuando las encuestas muestran que los republicanos tienen grandes posibilidades de tomar el control del Senado y la Cámara de Representantes.
El PIB de Estados Unidos creció a 2,6% entre los meses de julio, agosto y septiembre, tras dos trimestres de contracción, en lo que marca una fuerte recuperación en el tercer trimestre.
Los problemas económicos se han convertido en un punto crítico para el gobierno de Biden, con meses de inflación alta que pesan sobre el crecimiento y golpean los bolsillos de los estadounidenses y el consumo.
Los temores de una recesión se han intensificado en la economía más grande del mundo después de dos trimestres de récords negativos, comúnmente visto como una fuerte señal de que está en marcha una recesión, una tendencia que tendría consecuencias globales y costos políticos internos para el Partido Demócrata.
La economía estadounidense se había contraído un 0,6% en el segundo trimestre, según cifras revisadas, luego de una caída mayor en los primeros tres meses de este año.
Las últimas cifras del PIB reflejan «aumentos en las exportaciones, el gasto del consumidor» y el gasto del gobierno, informó este jueves el Departamento de Comercio.
Biden reiteró que la economía nacional está en el camino correcto, pero los analistas advierten sobre los riesgos que se avecinan como consecuencia de la inflación que sigue en cifras récord para Estados Unidos, en sus niveles más altos en 40 años.
Los aumentos de precios se han debido a una serie de factores, muchos relacionados con la pandemia, pero también impulsados por un estímulo fiscal y monetario sin precedentes.
El gasto de consumo, medido a través de los gastos de consumo personal, aumentó a un ritmo de apenas el 1,4% en el trimestre, frente al 2% en el segundo trimestre.
La inversión interna privada bruta cayó un 8,5%, continuando una tendencia después de caer un 14,1% en el segundo trimestre.
En el lado positivo, las exportaciones aumentaron un 14,4%, mientras que las importaciones cayeron un 6,9%.
El índice de precios de los gastos de consumo personal, una medida clave de inflación para la Reserva Federal, aumentó un 4,2%, frente al 7,3% del trimestre anterior.