
Intento de magnicidio, derecha internacional, Santos desde Colombia, los grupos desde Miami… y otros supuestos culpables. No puede esperarse otra respuesta. Es el monólogo, la caricatura o el relato incompleto con los que el gobierno venezolano intenta justificar el colapso institucional, político, económico y ético de ese país.
¿Intentaron asesinar al presidente Nicolás Maduro? Oficialmente sí. La vocería del Ministerio de la Defensa, del Ministerio de Interior y Justicia, Fiscalía General, Vicepresidencia de la República, todo el tren ejecutivo y los dirigentes del Partido Socialista de Venezuela y, desde luego el propio Maduro lo aseguran.
Estoy más firme y decidido que nunca a seguir el rumbo de la Patria para consolidar la paz, la tranquilidad, el desarrollo y la prosperidad. Dios y el pueblo está con nosotros, estoy seguro que en Venezuela triunfará la paz. ¡Hasta la victoria siempre! pic.twitter.com/Ns3t9yLapt
— Nicolás Maduro (@NicolasMaduro) August 5, 2018
Pero quizás el resto de Venezuela lo duda. lo transforma en chiste, meme y sorna. Cuando ya no que cree un «cuento chino»,ya no se cree ningún «cuento chino». Las redes sociales difundieron audios, vides y fotografías de las escenas con los presuntos heridos por el ataque, de las tropas en desbandada y despavoridos. Lo que muestra cómo lo dramático, lo que se quiere mostrar como notable, asombroso, amenazante e histórico se diluye en la risa. Atentado que cause risa, es un pésimo atentado y un excelente chiste.
Un autodenominado Movimiento Nacional Soldados de Franela, asumió la autoría del ataque, declaró a través de Twitter que los drones estaban cargados con C4 y que fueron «derribados por francotiradores antes de llegar al objetivo»
Según esta cuenta #SoldadosDeFranelas se atribuye el atentado en contra del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y dice que no se logró el objetivo pero es cuestión de tiempo. pic.twitter.com/cyJhFQBcJq
— YoNoSeFilosofar (@ColBolivariana) August 5, 2018
Las investigaciones comienzan, aunque el Gobierno ya anunció las conclusiones. En apariencia es otro leño al fuego de la inestabilidad que corroe la menguada democracia venezolana. Sería otra intentona golpista, quiás otros militares detenidos (sobre los 24 encarcelados este año), nuevas distracciones sobre la aplastada economía que pronto estrena reconversión y cono monetario, el enésimo y probablemente fallido programa de impulso económico en medio de protestas sociales, censuras a medios de comunicación y el riesgo de implosión y conmoción .
Probablemente Maduro no no duerme bien por las preocupaciones que traen el poder y la crisis, pero los venezolanos no duermen bien por las preocupaciones que traen miseria y el hambre.