Estados Unidos desplegó buque de Guerra en Cabo Verde

Durante el mes de noviembre el crucero USS San Jacinto, de la Marina de Estados Unidos, realizó una misión secreta en Cabo Verde, donde se encuentra detenido desde el pasado 12 de junio Álex Saab, el testaferro del dictador venezolano Nicolás Maduro.
La información fue revelada este martes por The New York Times. Según lo informado por el prestigioso periódico norteamericano, el operativo se puso en marcha una vez que el empresario colombiano fue detenido por las autoridades del país africano en respuesta a una petición de Estados Unidos cursada a través de Interpol.
El objetivo de desplegar un buque de guerra por parte de la administración de Donald Trump era evitar cualquier maniobra de Venezuela e Irán para lograr la liberación de Saab.
Sin embargo, el ex secretario de Defensa Mark Esper durante meses rechazó enviar un buque de la Marina a Cabo Verde, alegando que era un mal uso del poderío militar estadounidense.
La sigilosa llegada del San Jacinto, un crucero misilístico de la clase Ticonderoga, al país insular coincidió con el momento en que Esper fue despedido por Trump, a principios de noviembre. Christopher C. Miller, actual secretario de Defensa norteamericano, aprobó rápidamente el despliegue del buque de guerra desde Norfolk, Virginia. Con su aprobación, el barco cruzó el Atlántico para vigilar de cerca cualquier movimiento o maniobra en torno a Saab.
con varias empresas, entre ellas Group Grand Limited (GGL), acusada de suministrar con sobreprecios al régimen de Maduro alimentos y víveres para los gubernamentales Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP).
Un funcionario del Gobierno de Estados Unidos indicó en julio de 2019 que con los CLAP, cuyas ayudas se entregan a los más pobres, el empresario colombiano y tres hijastros de Maduro se lucraron, al parecer, con “cientos de millones de dólares”.
Washington también presentó cargos contra Saab y su mano derecha, Álvaro Enrique Pulido, a quienes acusa de blanquear hasta 350 millones de dólares (unos 296 millones de euros) supuestamente defraudados a través del sistema de control cambiario en Venezuela.
Según EEUU, entre noviembre de 2011 y septiembre de 2015 Saab y Pulido se confabularon con otros para lavar sus ganancias ilícitas y transferirlas desde Venezuela a cuentas bancarias estadounidenses, motivo por el que Washington tiene jurisdicción en el caso.
“Si Saab coopera con los oficiales americanos, podría ayudar a desenredar la red económica de apoyo de Maduro y ayudar a las autoridades a presentar cargos contra otros aliados del gobierno venezolano”, apunta The New York Times en su artículo publicado este martes.
Tras la detención del empresario, el régimen de Maduro señaló que Saab es un ciudadano venezolano y un “agente” del Gobierno, que se hallaba “en tránsito” en Cabo Verde para regresar al país. La defensa argumenta que “tenía derecho a la inviolabilidad personal como enviado especial de Venezuela en tránsito por Cabo Verde”.