
Interrogantes por el despliegue de tropas colombianas en la frontera con Venezuela
Colombia ha enviado 14 mil soldados a su frontera con Venezuela. Una frontera, que reabre esta semana después de un cierre de tres años. Las tropas llegan como una medida que grupos de derechos humanos afirman que podría alimentar las tensiones entre los países.
El gobierno venezolano comenzó el proceso de reapertura de la frontera el martes retirando los contenedores colocados en el puente internacional Simón Bolívar en 2019. Y Colombia colabora con tropas.
En ese momento, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó el cierre e incluyó tropas. Fue la respuesta a un “convoy humanitario norteamericano”, que planeaba cruzar a la fuerza el puente.
La intención del convoy, era la de entregar ayuda en medio de una enorme escasez de alimentos básicos y suministros médicos en el país. Pero esta resultó incendiada por los que la conducían.

Duque envió tropas para custodiar la frontera recientemente abierta
Sin embargo, la frontera de 2 mil 200 km fue cerrada a los vehículos desde 2015. En ese momento, debido a una disputa política separada entre las naciones andinas, que están en desacuerdo por el aumento en los migrantes venezolanos que cruzan a Colombia.
Además de la presencia de grupos armados a lo largo de la frontera, tropas desplegadas por ambos países y muchas otras diferencias sobre sus gobierno y políticas, entre otros temas.
La decisión de reabrir la frontera se produce después de años de presión y negociaciones por parte de los residentes locales en esas áreas. Así como de grupos de la sociedad civil y sindicatos de trabajadores, explicó Ronald Rodríguez, jefe del observatorio sobre Venezuela de la universidad Rosario de Bogotá.
Rodríguez indicó que, si bien siempre hubo una gran presencia militar en la zona fronteriza, el despliegue de miles de tropas colombianas alimentará las tensiones y podría arriesgarse a descarrilar el acercamiento.
«Deben tener mucho cuidado porque este tipo de acciones podrían dañar el proceso», indicó, y agregó que la relación diplomática entre los dos países está en su peor momento.
«Estamos acostumbrados a una relación diplomática de gritar insultos, amenazas y acusaciones de un lado a otro, y al final, las personas que viven en las zonas fronterizas que son las más afectadas por todo esto, están cansadas», explicó Rodríguez.
Colombia hace frente a la afluencia de refugiados y migrantes venezolanos que huyen de Venezuela. Más de 5,6 millones de venezolanos abandonaron el país en los últimos años, según Naciones Unidas. “Una de las mayores crisis de desplazamiento externo del mundo».