Una característica de discurso de Nicolás Maduro sobre cualquier medida económicas es empeorar el país. Es infalible en ese campo.. Ahora “descubre” lo que existe el contrabando de la gasolina hacia Colombia y otros países. Que el país pierde 18 mil millones Que los contrabandistas en el poder se llevan 18 mil millones de dólares. Que los venezolanos deberán pagar la gasolina a precio «dolarizado» para que no se vayan.
Otra característica del discurso de Nicolás Maduro es la prestidigitación. Con el anclaje del bolívar soberano al petro, aumentará el salario real de los trabajadores, sin explicar cómo, cuánto, por qué.
Lo que todavía no sabe Nicolás Maduro es que la pobreza se hará más grande que nunca.
No hay medida alguna que permita incrementar la capacidad de demanda de la gente, la capacidad de adquirir bienes y servicios.. Por el contrario, solamente con el nuevo precio de la gasolina, se reducirá significativamente el consumo. Se incrementarán los precios, no por únicamente por hiperinflación sino por incremento de coste, debido a que la economía venezolano tiene en el consumo de combustible, u¡el uso de transporte automotor y otros hábitos asociados con el uso y derroche de gasolina.
Quienes tienen vehículo automotor, tendrán que abstenerse de su uso. Un profesional que percibe unos 10 dólares al mes, ¿de dónde va a sacar para pagar un tanque de gasolina? Deberá tomar el menguado servicio de transporte público, ya está en vías de extinción por los costos de mantenimientos y reparación.. Lo poco que queda es malo, caro, precario y obligado.
El aumento en el precio de la gasolina tiene dos componentes. De una etapa, permite al Gobierno reducir la brecha fiscal, pues elimina subsidios y vende más caro. En segunda etapa, fija un precio que desaliente el contrabando.
Estas medidas, además, vienen con carga discriminatoria y clientelar. Si no tienes el carnet de la patria no recibirás el subsidio. Lo que contadice la Constitución de la Venezuela, cuando señala:
Seguramente tendrán que profundizar en el chantaje y la amenaza, otras dos características del discurso de Nicolás Maduro.
