Poner fin a los feminicidios en Argentina
Una familia lucha para poner fin a la crisis de feminicidios que azota el país
Recientemente, Marta Montero soñó con su hija adolescente, Lucía, que ya no está allí. Ella fue una de las víctimas de los tantos feminicidios, que se desataron, desde hace 5 años en Argentina.
La vida de Lucía se apagó hace cinco años y medio en uno de los casos de feminicidio más emblemáticos de Argentina, no solo por la violencia que se ejerció sobre la joven de 16 años, sino por la forma en que un tribunal la juzgó.
«El primer año es simplemente terrible. El primer cumpleaños. La primera Navidad«, afirma Montero, sentada en la cocina de su casita de Mar del Plata, a unos 400 km de la capital, Buenos Aires. Una de las ciudades más sacudidas por los feminicidios.
«Esa ausencia hace que te duela la piel. Te duele el alma. Lo sientes en tu cuerpo. Te duele el cuerpo. Es simplemente terrible. Recuerdo que llegué a casa del trabajo en el autobús y vi a Lucía. Y bajando del autobús llorando y pensando: Debo estar volviéndome loca».
«Estoy aquí porque soy mujer y no queremos más feminicidios. Queremos justicia para Lucía»
Ha sido un momento devastador y enloquecedor para la familia de Lucía. Desde que el cuerpo sin vida de la adolescente fue dejado en una clínica de salud en su ciudad natal en octubre de 2016 por dos hombres, Matías Farías, de 23 años, y Juan Pablo Offidani, de 41.
Estos fueron acusados de drogarla, violarla y matarla. Por lo que, al menos Farías fue culpable de uno de los feminicidios. Luego se les absolvió por un trío de jueces que los encontraron solo culpables de administrar drogas a un menor.
Los jueces también absolvieron a un tercer hombre que ahora está fallecido, de ayudarlos a encubrir el crimen. El fallo fue anulado en 2020 por un tribunal superior, y la familia aún espera una nueva fecha de juicio.
También están a la espera de una audiencia que podría despojar a los jueces de primera instancia originales de sus puestos. Por confiar en los estereotipos de género y los prejuicios en su fallo.
Eso sería un hito en la batalla librada por las activistas de los derechos de las mujeres para desmantelar los fundamentos patriarcales de la sociedad argentina, incluso en el poder judicial.
«El movimiento de mujeres no solo ha conquistado las calles, sino que también estamos conquistando estos espacios. Utilizaremos todas las herramientas que estén a nuestro alcance» Afirma Maite Guerrero, abogada del Equipo Latinoamericano de Justicia y Genero. «Este caso podría sentar un precedente importante para nosotros».
En Argentina, sucede feminicidios cada 30 horas, una estadística que no cambia mucho desde que una nueva ola del movimiento feminista explotó en las calles en 2015 bajo el lema Ni Una Menos.
