Un acuerdo que redefine el mapa de la defensa europeo
Francia y Ucrania firmaron en París un contrato para la construcción de 100 cazas Rafale, fabricados por Dassault Aviation. El acuerdo, sellado en el Elíseo hace apenas una semana, se proyecta a diez años vista: los aviones aún no están construidos y Kiev tampoco cuenta con la financiación asegurada.
El movimiento coloca a Francia en una posición privilegiada dentro de la industria militar europea, mientras España, Alemania, Italia y la sueca SAAB quedan fuera. La tan mencionada “autonomía estratégica europea” se ve relegada, ya que París ha actuado en solitario sin respaldo de mecanismos comunitarios ni apuesta por el Future Combat Air System (FCAS), el proyecto conjunto de nueva generación.
El precio de un Rafale y sus variantes.
El coste de un Rafale básico oscila entre 80 y 100 millones de euros, pero con armamento, sistemas de defensa, entrenamiento e infraestructura el precio puede superar los 200 o incluso 250 millones por unidad. La gama incluye el Rafale C (monoplaza), B (biplaza) y M (versión naval para portaaviones), con opciones como misiles Meteor, SCALP y sistemas de guerra electrónica SPECTRA.
Por qué Ucrania eligió a Francia.
La decisión de Volodímir Zelenski responde a varios factores: la propuesta directa de Emmanuel Macron, la capacidad diplomática francesa, el respaldo de su industria y la promesa de entregas más rápidas. Francia, además, se mantiene como uno de los aliados más sólidos de la Unión Europea, lo que refuerza la confianza de Kiev en este acuerdo.
España, en un momento delicado.
La exclusión de España llega en un contexto complicado para su industria de defensa. Proyectos como el blindado 8×8 Dragón o los submarinos de Navantia acumulan retrasos y han generado dudas en socios internacionales. Este año, tanto India como Canadá rechazaron propuestas españolas, lo que evidencia la necesidad de recuperar credibilidad en el sector.
