Un mensaje directo desde Washington

A menos de 48 horas de los comicios en Honduras, el presidente estadounidense Donald Trump lanzó un mensaje en Truth Social que generó polémica: “Si Tito Asfura gana, lo apoyaremos firmemente. Si no gana, Estados Unidos no malgastará su dinero”.
El respaldo explícito a Nasry “Tito” Asfura, candidato del Partido Nacional, se sumó a la promesa de indultar al expresidente Juan Orlando Hernández, condenado en EE.UU. por narcotráfico. La advertencia llegó en plena contienda con Salvador Nasralla, del Partido Liberal, y Rixi Moncada, del partido Libre.
Con más del 55% de los votos escrutados, Asfura y Nasralla aparecían prácticamente empatados, separados por poco más de 500 sufragios. La presidenta del Consejo Nacional Electoral, Ana Paola Hall, pidió calma y describió la situación como un “empate técnico”.
Encuestas y giro inesperado.
Los resultados contrastan con las encuestas previas, que situaban a Nasralla como favorito. El Termómetro Electoral del Instituto de la Justicia le daba un 40% de intención de voto frente al 31% de Asfura. CID Gallup también lo colocaba en primer lugar.
Analistas sugieren que el respaldo de Trump, sumado a la promesa de indultar a Hernández, pudo influir en votantes que ven en la relación con Washington un factor clave para la estabilidad económica y política del país.
El peso de la ayuda estadounidense.
Honduras recibe cada año cientos de millones de dólares en cooperación de EE.UU. En 2023, la cifra alcanzó los 194 millones, destinados a proyectos de desarrollo, salud y seguridad. Para muchos sectores rurales y comunidades vulnerables, este apoyo es vital.
La posibilidad de perder esa ayuda, como insinuó Trump, fue interpretada por críticos como un “chantaje”. Dana Frank, profesora emérita de la Universidad de California, calificó la intervención como “un acto de agresión imperial”.
Críticas a la intervención.
Christopher Sabatini, investigador de Chatham House, advirtió que el respaldo público de un presidente estadounidense a un candidato rompe con décadas de tradición diplomática. “Debería ser un proceso soberano”, señaló, alertando sobre el riesgo de que la transparencia electoral quede en entredicho.
Un patrón regional.
El caso hondureño no es aislado. Trump ha mostrado apoyo directo a líderes afines en la región, como Javier Milei en Argentina y Nayib Bukele en El Salvador, combinando incentivos económicos y respaldo político.
Para analistas, el objetivo es claro: consolidar un hemisferio alineado con su agenda, utilizando la influencia de Washington para moldear gobiernos en América Latina.




