CentroaméricaSucesos

Castro declara la guerra contra las pandillas

Honduras declara la guerra contra las pandillas y por el control de la narrativa popular de temor contra la gente

La policía partió en caravanas a los barrios infestados de pandillas en toda la capital de Honduras. Parte de un esfuerzo por combatir un aparente aumento de la extorsión y los delitos.

Las unidades se dirigieron al Hole, un barrio laberíntico de calles estrechas, cuyo apodo fue acuñado originalmente debido a su ubicación entre laderas afiladas. Y que ahora adquirió un nuevo significado como un lugar donde las pandillas desaparecen.

La misión era aparentemente asaltar una casa abandonada utilizada por las pandillas. Pero antes de llegar, el coche se detuvo y la caravana se partió. Un corresponsal de televisión local necesitaba hacer una toma en vivo para uno de los programas de noticias más vistos del país.

A medida que la cámara rodaba, la policía comenzó a detener los vehículos que pasaban en segundo plano, ejecutando tarjetas de identificación y registrando a los ocupantes.

Guerra contra las pandillas.
A principios del 2022, Honduras parecía dispuesta a seguir un ejemplo establecido por otro vecino, Nicaragua, cuyo enfoque fue aclamado durante años por mantener tasas de criminalidad excepcionalmente bajas.

El estado de excepción en Honduras obligó a las pandillas a mantener un perfil más bajo

Cuando llegaron más cámaras, los hombres se vieron obligados a quitarse la camisa para que la policía pudiera inspeccionarlos en busca de tatuajes de pandillas frente a las luces brillantes.

Fue una demostración de fuerza siguiendo el ejemplo establecido por las políticas de línea dura del vecino El Salvador. Allí, el presidente Nayib Bukele lideró una controvertida ofensiva contra delincuentes que llevó a la detención de más del 2% de su población adulta.

El 24 de noviembre, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, declaró la guerra a la extorsión. Se trata de un problema muy real, que causa estancamiento económico, alimenta la violencia y obliga a innumerables hondureños a huir del país.

Pero como cualquier guerra, no es solo una batalla contra un enemigo, sino también por el control de la narrativa popular. En este caso, un intento de contrarrestar las acusaciones de que el gobierno no hace lo suficiente para combatir el crimen desenfrenado.

Esta percepción creció a pesar de una ligera reducción en los homicidios durante el año pasado. Según datos preliminares, hubo, una caída significativa en la última década desde que Honduras ostentó el ignominioso título del país más violento del mundo.

Solo hay evidencia anecdótica de la magnitud del problema porque muy pocas víctimas de extorsión denuncian el delito, lo que hace imposible un análisis estadístico.

Lo que sí está claro, es que la extorsión está ocurriendo en áreas donde no lo hizo en el pasado. A pesar de que no hay desacuerdo, entre expertos u otros, sobre la gravedad del problema. La cuestión orbita, sobre cómo abordarlo.

Fuente
ABCEuroNewsProceso

Artículos relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Back to top button
Translate »