La era Milei: Un Ajustazo sin Precedentes en Argentina
El economista libertario sigue haciendo recortes, pero el impacto humano es innegable. El futuro de Argentina está en juego, y la motosierra sigue zumbando.

La Argentina de Javier Milei, el economista libertario que asumió en diciembre pasado, se encuentra en una encrucijada. Por un lado, ha logrado cumplir con su meta de “déficit cero”, dejando atrás décadas de cuentas en rojo. Por otro, la pobreza en enero superó el 57%, el peor índice desde la crisis de 2001/2. ¿Cómo se explica esta dualidad?
El Ajustazo Radical
Milei se hizo famoso durante la campaña por blandir una motosierra, un símbolo de cómo pensaba arrasar con el gasto público. Su receta para sanear la economía es radical: cortar el origen del problema, el gasto excesivo, para llegar al «déficit cero». En su investidura, anunció un recorte del gasto equivalente al 5% del Producto Interno Bruto (PIB). Pero este «ajuste»Ajustazo» sin precedentes tiene consecuencias en una población que ya sufría seis años consecutivos de caída del salario real.
Las Señales Macro
Los mercados aplauden el rumbo macroeconómico. Los bonos y acciones argentinos están en alza, el dólar libre se ha estabilizado y el “riesgo país” está en su nivel más bajo en dos años. Sin embargo, el remedio aplicado por Milei es como una motosierra y una licuadora: eficaz pero doloroso. La inflación supera el 250% anual, y el sueldo mínimo es de apenas US$160, el más bajo de la región después de Venezuela.
Impacto Social
Los recortes afectan a los más vulnerables. Empleados públicos despedidos, subsidios reducidos, provincias con menos fondos y un sector público en la mira de auditorías. La pobreza aumenta, y las familias necesitan ayuda para subsistir. El ajustazo es como un bisturí afilado: necesario pero doloroso.
La Argentina de Milei es un país de contrastes. El ajuste fiscal es un logro en un libro contable, pero la realidad social es cruda. El desafío es encontrar un equilibrio entre la salud económica y el bienestar de la gente.