Calderón Berti culpa a Leopoldo Lopez de los errores

Humberto Calderón Berti, habló en una larga entrevista con el Panam Post sobre la corrupción, sus discrepancias con Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, y la situación política en Venezuela.
Tras su destitución como embajador de Venezuela en Colombia, Calderón Berti, sacó las municiones y los contrastes éticos que guarda con el “Gobierno interino” de Guaidó y el partido político Voluntad Popular.
Han quedado en evidencia. Yo no iba a renunciar porque eso es reconocer que había cometido un error. Yo no les iba a dar el gusto a ellos de irme. Eso no lo iba a hacer nunca. Yo sabía que la relación iba a ser incómoda, sabía que las cosas no estaban bien, pero yo quería ponerlos a ellos en evidencia”, aseguró el político venezolano.
Berti aseguró que cree que los grandes errores de la oposición” han sido todos responsabilidad del accionar de Leopoldo López, que “ha llevado inexplicablemente a todos los partidos de la oposición nariceados, aseguró.
Quien fue ministro de Petróleo, enfático en detallar las distorsiones con el liderazgo opositor y las causas de separación de su cargo tras las irregularidades en Cúcuta, cuestiona la intervención de López en el desarrollo del gobierno interino.
¿Quién inventó lo de Cúcuta? ¿Qué les dijeron a los presidentes que se trasladaron a Cúcuta que iba a ocurrir? ¿Qué le dijeron a Almagro que iba a ocurrir? (…) Y, ¿quién inventó la hazaña militar del puente de Altamira? ¿Quién inventó los diálogos a espalda de todos sus compañeros de la oposición y la comunidad internacional? Él, Leopoldo López. ¡Que dé la cara, que responda!”, sentenció.
Mientras al ser interrogado por el periodista Orlando Avendaño, de si le quitaría la responsabilidad a Guaidó, dijo que no. “Mi aspiración siempre fue que él rectificara”, dijo. Sin embargo no descartó que fuera una víctima, aunque “debe estar en cuenta de lo que está ocurriendo, porque tonto no es para haber llegado ahí”.
El diplomático venezolano indicó sobre su destitución que Julio Borges se lo había informado en dos o tres oportunidades “que esta gente estaba molesta conmigo y que ellos querían que yo me fuera”.