Ira e incertidumbre, mientras los habitantes de Ohio sufren luego de un accidente del tren tóxico
Los residentes de East Palestine, en Ohio, el sitio del accidente de tren que resultó en una quema y liberación controlada de productos químicos. Afirman que siguen experimentando dolores de cabeza y ardor en la piel, entre otros síntomas. Ahora, están llenos de ansiedad sobre si todos están sujetos a riesgos para la salud a largo plazo, como el cáncer.
El 3 de febrero, un tren que transportaba 150 vagones, de los que 20 contenían materiales peligrosos descarriló en East Palestine, Ohio. Un incendio masivo estalló como resultado del descarrilamiento, lo que llevó a los funcionarios a quemar cloruro de vinilo de, al menos cinco de los vagones cisterna para evitar una explosión catastrófica.
Los productos químicos dentro de los vagones fueron quemados como parte de lo que los funcionarios llamaron una «liberación controlada». Lanzando al aire de Ohio, productos químicos tóxicos como cloruro de hidrógeno y fosgeno en el medio ambiente.
Otros productos químicos liberados en las aguas superficiales de Ohio, incluyen acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo, monobutilo de etilenglicol. Según informes de los medios locales.
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Además de las personas, los productos químicos afectaron la vida silvestre en el área. El Departamento de Recursos Naturales de Ohio explicó que alrededor de 3 mil 500 peces murieron en las vías fluviales cerca del lugar del descarrilamiento del tren.
Al principio, los funcionarios afirmaron repetidamente que la calidad del aire y el agua potable no representaban amenazas. Pero, finalmente, el gobernador Mike DeWine anunció el viernes que un arroyo cerca de Palestina Oriental todavía está «severamente contaminado».
Señaló que tomará tiempo remediar la situación. Mientras tanto, la administración Biden anunció que desplegaría un equipo de toxicólogos en el sitio.
Los vecinos, de alrededor de 32 kilómetros de donde se produjo la quema controlada, también están experimentando síntomas. Posiblemente porque el viento extendió los químicos tóxicos más lejos en la región, agregó.
«Esto no fue un hormigueo de neuropatía. Incluso en mi pecho, fue diferente. Mis vecinos están experimentando algunos de los mismos síntomas», indicó un residente. «Mi presión arterial subió por las nubes, probablemente por el dolor, indicó la sala de emergencias».
A 7 kilómetros de la ciudad de Palestina Oriental, también se experimentó dolores de cabeza, sensación de ardor en la piel, dificultad para respirar. Con problemas sinusales a raíz del incidente. «El olor se ha ido ahora, pero se notó la semana que sucedió y el aire se sentía difícil de respirar. Mi perro también estaba tosiendo el día que sucedió», expresó.
«Solo evacuaron en un radio de 1 km, luego a 3 km y luego fueron más allá. Pero, aunque estamos a más de 6 km de distancia, tuvimos síntomas», agregó. «No entiendo por qué no evacuaron un radio más grande. O por qué afirman que todo es seguro. Noté que el agua de la ciudad ya no se ve tan limpia y tenía una película extraña encima».
Los residentes en el este de Palestina están molestos porque no están recibiendo respuestas claras sobre si están en riesgo de problemas de salud a largo plazo, sólo tienen confusión y frustración compartida con el gobierno.
