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Desaparecer en el olvido de la protesta

Se pierde en el olvido dar testimonio, cuando los dolientes también se van

“Venceremos a la muerte, queridos hijos», proclamó Hebe de Bonafini, líder de las Madres de Plaza de Mayo de Argentina. Ella, dedicó décadas a garantizar el olvido de sus hijos. «Desaparecidos» por la junta militar a fines de la década de 1970, se mantuvieran vivos, aunque solo fuera en la memoria.

Las Madres de Mayo, al principio exigieron el regreso de sus hijos y luego el castigo de los responsables de capturarlos y matarlos, antes de que los alcanzara el olvido.

Los riesgos que asumieron fueron inmensos. Muchos de ellas cayeron en el olvido. Los fundadores del grupo fueron secuestrados y arrojados al océano desde «vuelos de la muerte».

Políticos, la iglesia y casi todos los medios de comunicación permanecían en silencio. Mientras, estas amas de casa de la clase trabajadora se mantuvieron firmes y se enfrentaron a un régimen brutal.

Nunca el Olvido.
Más de 1 mil agentes están condenados por las atrocidades cometidas hasta ahora en los juicios de derechos humanos en curso en Argentina.

Recordar el pasado no es solo una forma de abordar el olvido, sino también dar forma a lo que está por venir

Ahora también la Sra. Bonafini se ha ido. Con su muerte, a los 93 años, el grupo disminuyó aún más. Y, aunque viejos compañeros marcharon en homenaje bajo el sol abrasador el jueves pasado. Sus cenizas eran esparcidas en la plaza.

Cada día, inevitablemente, más de los que dieron testimonio de los crímenes del pasado se pierden en el olvido. En Israel, más de 15 mil 500 sobrevivientes del Holocausto murieron el año pasado.

Más de un tercio de las Madres de Tiananm en de China, quienes exigen justicia para los niños asesinados en la sangrienta represión durante las marchas de la reforma de 1989, ya no están.

Este mes se produjo la muerte de Bao Tong, el funcionario de más alto rango encarcelado por su simpatía por los manifestantes. Fue uno de los pocos que se atrevió a romper el tabú en torno a la masacre.

Con el antisemitismo en aumento en los Estados Unidos, las crecientes negaciones de los crímenes de la junta en Argentina y la creciente represión política en China, es difícil perder la fe por culpa del olvido.

Es fácil temer que todas las ganancias se perderán cuando los que lloran mueran. Sin embargo, la señora Bonafini y sus camaradas demostraron cuán potente puede ser la memoria.

Aunque los grupos activistas argentinos expresan que unos 30 mil disidentes fueron asesinados en la «guerra sucia» de la dictadura. Ese número probablemente habría sido aún mayor si no hubiera sido por la luz deslumbrante que las Madres de Plaza de Mayo volvieron contra estos crímenes.

Como observó Bao, días antes de su muerte: «Lo que importa para todos nosotros es el futuro por el que luchamos y no el olvido».

Fuente
NYTimesTheGuardianTimeOfIsrael

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