
Ivanka Trump informó su intención de cerrar su empresa dedicada a la moda para enfocarse en su papel de asesora de la casa blanca en apoyo a la gestión presidencial de su padre.
Dio a conocer que los contratos vigentes de la empresa no serán renovados y que el personal será liquidado en las próximas semanas, así perderán sus empleos los empleados que trabajan en la sede de la empresa que se encuentra ubicada en la Trump Tower, ubicada en la mítica quinta avenida de Manhattan.
Por 17 meses Ivanka y su esposo Jared Kushner han estado al lado de Donald Trump, lo cual la distrajo de la dirección de su empresa, de la que se había alejado para evitar el señalamiento de conflicto de intereses.
Pese al alejamiento, nunca cesó de recibir críticas en la que señalaban que la empresaria aprovechaba su posición para impulsar sus negocios personales.

De igual manera le acompañó la polémica por los zapatos y las carteras mayoritariamente producidos en países como China e Indonesia, en clara oposición al dogma del «America First» de su padre que propicia la generación de empleos para los estadounidenses como prioridad.
Otros señalamientos en contra de Ivanka fue que su empresa favorecía la explotación del trabajo femenino en los países de proveniencia de sus productos.
La información sobre el cierre de la empresa fue realizada por Abigail Klem, quien tuvo a su cargo la presidencia de la marca Ivanka Trump y cumplió con la labor de explicar a los 18 empleados sobre el cierre del grupo.
Respecto al cierre Ivanka dijo que «Luego de 17 meses en Washington no sé cuándo y si volveré a hacer negocios», añadiendo además: «Lo que sé es que mi atención en el futuro en breve es el trabajo que estoy haciendo en Washington. Asumir esta decisión es ahora la cosa justa para mi equipo y mis socios».