Compensación contra las vacunas

Mientras la pandemia de Covid-19 hacía estragos en todo el mundo, los programas de vacunación en EEUU, ayudaron a millones de personas a evitar enfermedades graves o la muerte. Pero, aunque beneficiosas, los pinchazos con tecnología de ARNm creados por Pfizer y Moderna también causaron reacciones adversas. Por lo que, según datos del gobierno, existen demandantes paralizados, que sufren de miocarditis o reacciones alérgicas, y estado luchando para obtener alguna compensación.

Solo tres de los más de 8 mil solicitantes tuvieron éxito hasta ahora en obtener algo del programa de compensación. Pero, es muy, muy poco, lo obtenido en conjunto, es tan insignificante que ni siquiera totaliza los 5 mil dólares.

La gente en los EEUU informó de los efectos adversos a las vacunas durante la pandemia de coronavirus. Incluso, de efectos secundarios y síntomas más amplios: dificultad para respirar, dolor nervioso, dolores de cabeza, palpitaciones cardíacas severas, pericarditis, miocarditis, dolores musculares y dolor en las articulaciones. Para o que exigen una compensación por la obligación a vacunarse.

Lo que agrava la situación es que los fabricantes reales de vacunas, como las compañías farmacéuticas y biotecnológicas de EEUU, no se quieren hacer responsables. Y en general, el único recurso legal disponible para quienes esperan una compensación después de cualquier «lesión» por vacunación son dos programas.

El gobierno norteamericano, creó una barrera, para no pagar ninguna compensación a las víctimas de las vacunas de Moderna y Pfizer

Los modos, para solicitar compensación, son: El Programa de Compensación por Lesiones de Contramedidas o CICP y el Programa de Compensación por Lesiones por Vacunas o VICP. Ambos administrados por la Administración de Recursos y Servicios de Salud. Estos, fueron creados en principio, por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de EEUU, que creó VICP en 1988. Con la idea de tener un medio para lidiar las lesiones causadas por las vacunas infantiles.

Según se lee en la Web: El CICP «proporciona compensación a las personas que resultan heridas o mueren a causa de una vacuna, medicamento, dispositivo u otra llamada contramedida necesaria para prevenir, tratar o combatir una pandemia, epidemia o amenaza a la seguridad«.

Pero el gobierno recién liberó datos que mostraron que, obtener una compensación con el CICP es una posibilidad remota. Y en el caso del VICP, que fue establecido antes y es más «generoso» financieramente. Nunca se planteó cubrir a estas vacunas, argumentan los defensores.

Mientras, Moderna, Inc. o Pfizer Inc, están protegidos contra cualquier responsabilidad. Y, como tales, no son parte de los procedimientos del CICP sobre reclamos por daños o lesiones. Esto se basa en una declaración bajo la «Ley de Preparación Pública y Preparación para Emergencias», que data del 10 de marzo de 2020.

Además, según el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, la ley se modificó cuando el 10 de abril el presidente Joe Biden firmó oficialmente la legislación para poner fin a la emergencia nacional Covid-19. Después de que se haya enmendado, se aplicará protección de responsabilidad a «todas las vacunas y tratamientos Covid-19 cuya distribución está dirigida actualmente por el Gobierno de los Estados Unidos».

Otro tremendo desafío que enfrentan los solicitantes de compensación es reunir «evidencia médica y científica convincente, confiable y válida». Para demostrar que sufrieron una lesión grave como «resultado directo» de la vacuna contra el Covid-19. Lo que, por varias razones, es extremadamente desafiante.

Primero, la pandemia de Covid-19, existió solo por poco tiempo. En comparación con varias otras enfermedades contra las que la humanidad fue vacunada. A diferencia de, digamos, las contramedidas contra la viruela, pero, no tiene una tabla publicada que especifique las lesiones asociadas por las vacunas contra el Coronavirus.